Las ciudades amigables deben cumplir una serie de requisitos y mientras se trabaje para conseguirlos y mantenerlos, una ciudad seguirá con el status de amigable si está incluida en la red ?

Como plantea José, falta educación y sensibilización sobre la situación de las personas mayores y la discriminación por razón de edad que existe social y culturalmente.

Sería necesario revisar el concepto de persona mayor y conseguir una definición más realista, que recoja la diversidad que existe dentro de este grupo social y ponga en valor a estas personas como sujetos de derechos que contribuyen al desarrollo económico y social. Para ello habría que dedicar esfuerzos e inversión en investigación y en campañas de sensibilización.

Por otro lado, en referencia al comentario de Pilar, encontramos que hay una distancia abismal entre la teoría y la práctica. Sería muy importante desarrollar mecanismos de control a través de los que poder exigir que lo que se reconoce a nivel legal se desarrolla en la práctica. Una Convención sobre los derechos de las personas mayores sería un mecanismo, pero se pueden crear otros de ámbito nacional si existiese la voluntad de hacerlo o se demostrase la necesidad que existe, ya que muchas veces no hay datos específicos que pongan en evidencia una vulneración de los derechos de estas personas.

Precisamente en el Blog del IMSERSO de ciudades amigables hay una entrada titulada Covid-19: ¿Por qué los entornos amigables con las personas mayores son ahora más necesarios que nunca? donde se describen muy bien los beneficios de una comunidad amigable para las personas mayores.

Existen 10 aspectos fundamentales que me gustaría resumir y destacar:

1. Las ciudades amigables contribuyen a superar la discriminación por razón de edad y las actitudes edadistas, por lo que promueven los derechos de las personas mayores y el Buen Trato.

2. En una comunidad amigable los medios de comunicación ofrecen una imagen más realista y diversa de las personas mayores, por lo que los estereotipos y los prejuicios sociales que se atribuyen a la edad y a las personas mayores no están tan extendidos ni tienen tanta fuerza.

3. Las ciudades amigables mejoran y facilitan la accesibilidad física y cognitiva de los edificios y espacios públicos, la vivienda o el transporte, fomentando la movilidad, la autonomía y la independencia de las personas.

4. En las ciudades amigables se promueve que la información sea accesible para todas las personas, utilizando distintos formatos y medios.

5. Las comunidades amigables con las personas mayores trabajan para eliminar la brecha digital y para que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) sean accesibles y estén disponibles para todas las personas.

6. Las ciudades amigables fomentan la creación y el desarrollo de redes de apoyo e interdependencia y las relaciones intergeneracionales.

7. Las comunidades amigables ofrecen distintas oportunidades de participación ciudadana y fomentan la inclusión

8. En las ciudades amigables se trabaja para que exista una buena coordinación entre las distintas áreas municipales que facilite la transversalidad y de respuestas eficaces y sostenibles.

9. Las ciudades amigables promueven el trabajo en red y la cooperación para facilitar el intercambio y el aprendizaje entre distintas localidades e iniciativas.

10. Las comunidades amigables son un pilar esencial en la Década del Envejecimiento Saludable, el plan de acción de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Aunque el panorama actual internacional no es favorable si me gustaría aportar una visión más optimista respecto de la creación de una convención sobre los derechos de las personas mayores.

Es cierto que a pesar de que se ha probado que las personas mayores son discriminadas y no pueden ejercer sus derechos en igualdad de condiciones que las demás personas, la mayoría de los Estados no están a favor de crear una Convención sobre los derechos de las personas mayores porque argumentan que a nivel nacional se garantiza el principio de igualdad y existen los mecanismos suficientes para hacer efectivos sus derechos y denunciar y resarcir las violaciones que se produzcan. Esto es cierto, pero como hemos visto en la lección 3 es una protección y garantía de los derechos de las personas mayores a nivel teórico que no se produce a nivel práctico.

La pandemia ha hecho que muchos Estados estén flexibilizando su posición y demostrando que están dispuestos a considerar y valorar la posibilidad de crear una convención.

En este sentido, la posición de la región europea ha sido siempre contraría a crear una convención y España está en línea con esta posición, pero después de la 11ª sesión del OEWG se está mostrando dispuesta a dar pasos hacia delante y a dedicar mayores esfuerzos a valorar esta posibilidad. Alemania es, en estos momentos, uno de los países que puede marcar la diferencia a la hora de conseguir los apoyos necesarios para que se cree una convención, ya que puede que en un futuro próximo se declare a favor. Con la influencia que tiene Alemania en la región europea, muchos de los países que no tienen una posición favorable, pero se muestran abiertos, apoyarían la convención.

Canadá y Argentina también están haciendo un gran trabajo a favor de una Convención pero, como señaló una compañera, la OEA tiene ya una convención sobre los derechos de las personas mayores que ha sido ratificada por muy pocos Estados, entre ellos Argentina pero no Canadá.

Creo que la creación de la Convención es una cuestión de tiempo y esperamos que llegue en un futuro próximo, pero muchos Estados (entre ellos España) van a intentar crear mecanismos adicionales de protección a nivel nacional. Habrá que estar pendientes para exigir que así sea hasta que se disponga de una Convención.

Es urgente entender que las personas mayores tienen derechos, los mismos derechos que en cualquier otra etapa de la vida. Los derechos y la dignidad no se pierden ni desaparecen a medida que cumplimos años. Es muy gratificante ver las reflexiones que se están haciendo en este debate.

La sociedad tiene que valorar esta etapa de la vida y a las personas que se encuentran en esta etapa de la vida y aprender que el envejecimiento es un proceso que comienza desde el momento en el que nacemos, para el que tenemos que prepararnos a través del envejecimiento activo. El gasto en el envejecimiento es una inversión y una obligación para mantener el mayor nivel de salud posible en cualquier etapa de la vida, incluyendo la vejez.

Hace falta educación, formación e investigación, además de una mejor protección de los derechos de las personas mayores. La pérdida de capacidad y la situación de dependencia o fragilidad no pueden ser, en ningún caso, una justificación para vulnerar los derechos de estas personas o para excluirlas de la sociedad. Hay que adaptar los entornos para que promuevan la participación de todas las personas que los habitan. Las personas mayores son ciudadanos, independientemente de la situación en la que se encuentren.

A mi me parece importante rebatir las actitudes edadistas con datos y con evidencias que superan los estereotipos fácilmente. Es verdad que en ocasiones es difícil porque los prejuicios son muy fuertes y profundos… La sociedad tiene que aceptar que las personas mayores sean lo que quieran ser con sus propios proyectos de vida, sin poner límites ni barreras.

El edadismo, igual que cualquier otra discriminación, empobrece a las sociedades y hace que aumenten las desigualdades.

Como estáis planteando, las campañas de educación en derechos y de sensibilización son esenciales. Deberían de estar desarrollándose desde hace tiempo porque las personas mayores deben conocer sus derechos para poder reclamarlos y la sociedad tiene que cambiar la imagen que tiene del envejecimiento y de las personas mayores por otra más realista, que respete sus derechos y su dignidad. En general, que una sociedad conozca sus derechos y sus obligaciones es un indicador de paz y democracia.

Estas campañas serían especialmente importantes en el momento de ratificar la convención porque si la sociedad no está convencida de la necesidad que existe de crear un instrumento de este nivel (por la discriminación por razón de edad y a las lagunas en la protección de los derechos de las personas mayores que existen) no se cumplirán las obligaciones que se reconozcan e incluso puede generar rechazo social.

Normalmente, el derecho recoge una reivindicación o necesidad social que ya existe (muchas veces tarde) porque si se hace antes de que la sociedad reconozca el problema o la injusticia suele generar muchos conflictos. Así lo comprobamos en varios países en los que se reconoce el matrimonio homosexual, por ejemplo, cuando no hay sensibilización social ante esa discriminación y vulneración de derechos.

Ya esta solucionada la incidencia y el test de la lección 3 marca la respuesta correcta cuando se falla en una pregunta.