Fue realmente la iniciativa principal de la OMS en relación con el envejecimiento, antes de la década del envejecimiento saludable y del informe sobre edadismo.

Esta iniciativa establece que se entiende por ciudad amigable con los mayores como aquella que alienta el envejecimiento activo mediante la optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen.

Así pues, se interrelacionan el urbanismo con la necesidad de fomentar un envejecimiento activo para así poder garantizar que las personas se puedan desarrollar plenamente. De hecho, el último informe de la Experta Independiente sobre los derechos de las personas de edad ha tratado este tema en su informe en relación con el derecho a la vivienda hablando de la necesidad de un entorno adecuado.

Organización Mundial de la Salud. Medición del grado de adaptación de las ciudades y comunidades a las personas mayores. Compilación de posibles indicadores.

La iniciativa se canaliza a través de la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores fue promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2010 como respuesta al rápido envejecimiento de la población y con el objetivo de conectar ciudades, comunidades y organizaciones en todo el mundo con la visión común de hacer de su entorno un lugar mejor donde envejecer dignamente y con calidad.

Se trata de una iniciativa centrada en la acción local, que aborda de manera integral los aspectos que afectan al día a día de pueblos y ciudades y lo hace promoviendo la participación de las personas mayores, teniendo en cuenta sus necesidades, opiniones y propuestas en el proceso de análisis y mejora de la localidad en diversos ámbitos, con el fin último de promover un envejecimiento saludable y activo.

La misión de la Red es estimular y favorecer que las ciudades y comunidades de todo el mundo sean cada vez más amigables con las personas mayores, y lo hace a través de:

  • inspirar el cambio, mostrando lo que se puede hacer y cómo se puede hacer;
  • conectar ciudades y comunidades en todo el mundo para facilitar el intercambio de información, conocimiento y experiencia; y
  • apoyar a las ciudades y comunidades para encontrar soluciones innovadoras y basadas en la evidencia.

Formar parte de la Red no es una acreditación de ser una localidad amigable con las personas mayores. Sino que refleja el compromiso de un municipio de escuchar las necesidades de su población de mayor edad, evaluar y hacer seguimiento de su amigabilidad y trabajar en colaboración con las personas mayores y en todos los ámbitos para crear entornos físicos y sociales amigables con el envejecimiento. Formar parte de la Red también supone un compromiso con la metodología propuesta por la OMS, y compartir experiencias, logros y lecciones aprendidas con otras ciudades y pueblos a través de la plataforma Age Friendly World (https://extranet.who.int/agefriendlyworld/).

La Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores forma parte de la estrategia de la OMS para la década del Envejecimiento Saludable (2021-2030), como hemos visto dentro de la prioridad 10 de la década, y después en el marco de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente dentro del ODS 11 que es lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.