El Buen Trato consiste en establecer relaciones satisfactorias que estén basadas en la consideración, la empatía, el reconocimiento mutuo y la igualdad.

Realmente implica ser conscientes de que la otra persona es una persona completa con toda su dignidad y sus derechos. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) da dos claves: ser tratado con respeto, no ser tratados como niños, y ser tratado con afecto, comprensión, ser tenido en cuenta (SEGG, 2011). Implica por todo ello, no únicamente una relación unilateral donde la otra persona, en este caso una persona mayor, sea tratada como un adulto siendo necesario el reconocimiento de sus sentimientos y opiniones, entendiendo que no es una persona que únicamente está sentada, sino que tiene aún que aportar a la sociedad y a su entorno.

Se basa en dos conceptos:

  • Dignidad, es el concepto más abstracto y por ello suele ser complicado ponerlo en práctica. Es el valor que tienen todos los seres humanos, por el simple hecho de serlo. Cada persona es única, y todos tenemos esa dignidad con independencia de nuestra edad, género, raza, etnia, etc.
  • Derechos, la manifestación de la dignidad se ha materializado generalmente en derechos que son los instrumentos que tenemos para proteger nuestra dignidad, muchas veces proclamada, pero a veces cuesta ponerla en práctica. Todas las personas tenemos derechos y obligaciones, por ello es importante conocerlos dado que no únicamente implican unas prerrogativas sino también algunas cargas que tenemos que asumir.

El Buen Trato ha de impregnar todo, desde las relaciones publicas como las privadas, debe ser la base de todas las relaciones sociales.

El contrario del Buen Trato, que puede ser un trato inadecuado o incluso dar lugar a un maltrato en casos más graves tiene una serie de consecuencias negativas que afectan a las personas, este trato inadecuado puede afectar a la autoestima de forma negativa o incluso producir ansiedad o dar pie a un cuadro depresivo, viéndose afectada la salud y calidad de vida de las personas. Este trato inadecuado, se puede producir sin la intención de hacer daño o incluso sin ser consciente, pero eso no es una justificación para relacionarse de otra forma. Si ese trato inadecuado fuera muy exagerado, y se pudiera denominar maltrato podría entrar en la esfera de los derechos pudiendo incluso llegar a ser denunciable. Las personas mayores pueden encontrar dificultades para que se reconozca efectivamente su dignidad o para ejercer sus derechos, debido a los estereotipos, estigmas que se encuentran relacionados con la edad, con la edad se asocian en la cultura actual el proceso de envejecimiento con la enfermedad, dependencia y perdida, siendo muchas veces el trato con las personas mayores basado en la infantilización entre otros comportamientos generalizados.

Para evitar estos comportamientos que realmente son un trato discriminatorio por razón de edad es necesario que el entorno en el que se mueven facilite apoyos necesarios para que las personas mayores puedan disfrutar de sus derechos en igualdad de condiciones con las demás personas.

El Buen Trato fomenta y respeta que las personas mayores:
– Tomen sus propias decisiones y puedan disponer de la información que necesiten para ello. Se debe respetar su voluntad y preferencias para ser partícipes de su vida.

– Puedan disfrutar de un envejecimiento saludable y activo en un entorno donde se fomente la vida independiente, la autonomía personal y la participación social, proporcionando los apoyos necesarios para ello.
 
– Tengan una vida segura, sin violencia, abusos o abandono.

– Puedan proteger su salud a través del bienestar físico, mental y social para garantizar la calidad de vida.

– Puedan aprender y formarse a lo largo de toda la vida.
 
– Puedan acceder a la justicia cuando lo necesiten y se tenga en cuenta su situación y circunstancias personales en todo el proceso.
Buen Trato con perspectiva de género y de edad

El concepto de buen trato también se aplica como se ha mencionado anteriormente en otros espacios que no es únicamente la discriminación por razón de edad sino también se menciona el concepto de buen trato como instrumento para prevenir la violencia de género.

De hecho, se desarrolló durante la década pasada el proyecto Daphne en relación con la violencia a la cual se enfrentan las mujeres mayores. Advierten, como ya hemos establecido anteriormente como la pertenencia al sexo femenino es un factor de riesgo, establecen como el Buen Trato es una prevención realmente de esa violencia y como educando en el Buen Trato se podrá conseguir que las personas en primer lugar sean tratados conforme a su dignidad y derechos y que cuando no lo sean es más fácil que sean conscientes de que eso no es buen trato.

Para más información: Guía para profesionales. Trabajo en Grupo para la Promoción del Buen Trato a Mujeres Mayores de UNAF (Unión de Asociaciones Familiares) y la Guía de buen trato y prevención de la violencia de género. Protocolo de actuación en el ámbito educativo de la Junta de Andalucía.